Volviendo a las andanzas...

Diciendo lo que se dice, las cosas son disfraces de los sentimientos.

Haciendo lo que se hace, las excusas toman tropos argóticos inimaginables al ser humano.

Viendo lo que se ve, las lágrimas de la lástima, lastiman aun mas que las palabras que se dijeron anteriormente. No quiero ser un tuerto en el país de los ciegos.

Tocando lo que se toca, cada céntimo de piel se estremece con el exterior, con lo que no se puede físicamente ocupar y/o traspasar.

Escuchando las cosas que se escuchan, a veces prevalece mas la idea de ser un hipoacusico en un país de sordos para no seguir oyendo incoherencias que nos llevan a cualquier lado.

Queriendo cosas que solo nosotros entendemos, de la forma que solo nosotros entendemos y otras vicisitudes que no vienen al caso ponerlas en evidencias: cada uno vive con su propio Mr. Hide al cual, en el mejor de los casos, lo mantenemos calmo.

Y asi vivimos. Asi.





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